viernes, septiembre 22, 2006

Una vez más

Se ve la virgen iluminada. En el cerro de siempre, de todos los días.

Aprieto los barrotes. Y las manos me duelen.

Estiro los brazos para palpar la libertad.

Y mis dedos sólo recogen el aire fresco de la tarde.

Lo impregno en mi cara para no sentirme ajena al resto del mundo.

Pero es sólo una ilusión. Hay plazos que se deben cumplir.

viernes, septiembre 15, 2006

Orientación al Logro

Me encanta competir. Pero no me gusta perder.

Me encanta la adrenalina generada por llegar primero. Y la sensación de que voy ganando.

Ansío el premio final. Pero me da pena usarlo.

A veces me convierto en coleccionista de trofeos.

miércoles, septiembre 13, 2006

Déficit Atencional Adulto

Me miro al espejo. Me observo sin detenerme en los detalles. Me da miedo haber cambiado. El miedo se asoma por mis ojos. Y prefiero quitar la vista del fondo. Desvío mi atención a una salpicadura de agua en el espejo. Pienso que debería limpiarla. Que se ve feo. Que se ve indeseable una mancha en el reflejo. Que ensucia la vista. Que no debería ser parte de la imagen. Y me doy cuenta que no quiero verme. Apago la luz y no veo nada. Pero mis ojos distinguen la sombra. La silueta de mi pelo y mi forma diaria. Me preocupo de cerrar completamente la puerta. Gané silencio, pero no anonimato.

lunes, septiembre 11, 2006

Antinatura

En el lapso de un mes he vuelto a ver padres enterrando a un hijo. He escuchado nuevamente en mi cerebro que aquello es algo que no puede suceder. Es antinatura sepultar lo parido.
No se entiende una muerte horrorosa y accidental en un ser joven viviendo plenamente. Lleno de proyecciones, de ideas, de sueños. De aquellos que uno no entiende como comprendieron tan bien lo que querían y buscaban. Que no se entiende cómo hicieron para lograr aceptarse, y que los aceptaran. Y que no se entiende como se mueren. Como al final ellos también tienen un final, y que es antes que el de uno.
La muerte es indiferente a la razón. Y estando siempre presente en nuestro lado izquierdo nos debe recordar la fragilidad palpitante de la sangre.

viernes, septiembre 01, 2006

viaje sin rumbo

Esta tarde invita a salir a caminar sólo consumiendo de almuerzo un sandwich vegetariano. El cielo limpio, el sol tibio y una luminosidad que no me invade el cerebro. Con tal de salir de este barrio cívico de gente chillona, micros transaguientas y gente aburrida que no ve cuando Gaete cruza corriendo la calle.

El estar solo o acompañado almorzando no es bueno ni malo. Es una ciscunstancia que hay que saber variar. La soledad puede ser triste, pero no por eso improductiva. Además que la tristeza es un estado que puede ser manipulable. Lo verdaderamente triste debe ser la dependencia de la cotidianeidad. Limitarse a la misma acción porque no se concibe otra.

Por eso tomaré el rumbo que me indique la señalética de la hora muerta.