viernes, noviembre 10, 2006

Idea repetida, pero cierta. Borrar un día del calendario tiene que tomarse como un derecho fundamental. Aquel día en que te arrepentiste de todo. Aquel día en que el mundo está en guerra. Cuando cada paso es una súplica para terminar.

Cada mirada es una maldición.

Las palabras no expresan nada y se convive con el cinismo.

Todo se convierte en una afrenta y si no resistes las posibilidades se agotan.

Los minutos se desperdician. Las horas queman.

Borrar el tiempo.

1 Comments:

Blogger soledá said...

HEYYYYYYYYYY SEÑORITA QUE BUENO QUE ENCONTRE UN BLOG DE UNA MUJER DE MI MISMA GENERACIÓN SALUDOS......

8:14 p. m.  

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