jueves, octubre 05, 2006

Es lo que hay

Cuando elijo, por definición pierdo algo. La segunda mejor. Es lo que se llama el costo de oportunidad.

Dicen que la elección es democracia. Para mi es dictadura. Tengo variedad para elegir, pero sólo puedo tomar la opción que me permiten mis restricciones.

Peor es tener sólo una opción me dirán. Pero mejor sería poder tomarlas todas.

A esta esclavitud me someto diariamente.

A veces he aplicado la estrategia de no dejar nada al azar. Así conozco todas mis opciones y controlo mi ambiente. Se qué voy a elegir ante cada escenario. Y el azar es la suma de errores que promediándolos no convocan un error en el largo plazo.

A veces elijo la opción menos racional. Aquella que no tiene justificación. Que se explica por si misma.

Ambas estrategias finalmente me llevan a lo mismo. El momento de la elección es obligatorio. Y esa elección no es libre. A cada instante pierdo algo en base a la decisión o dejación. Y ese árbol de decisiones, tan manoseado, me lleva a distintas formas y lugares.

Puedo pasar la vida especulando. Por qué mejor no experimentar.

La limitación es parte de todos. La libertad se ha creído rozar.

2 Comments:

Blogger Elias said...

No se puede ir más allá. La decisión de las decisiones es la ópción del accionar.
Finalmente somos esclavos de nuestras decisiones y como tal nos queda someternes al placer de especular.

5:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

pero que es la libertad realmente sino elegir equivocarse?
propongo una nueva esclavitud: obedecer de manera obligatoria e ineludible a nuestro instinto.
decreto con fuerza de ley 696969!!! (compañera del estado)

11:31 p. m.  

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