jueves, diciembre 07, 2006

Papito, no corras

Últimamente he leído columnas, noticias y artículos en que la palabra uniformidad se hace presente. Por ejemplo, que mucho de los sufrimientos de las mujeres chilenas nacen de la necesidad de éstas de ser igual al resto, de no competir, de esforzarse a cuenta de grandes costos por ser como sus compañeras de trabajo o mamás del curso de sus hijos.

Pero ¿será un problema de algún gen femenino?..o un rasgo cultural? o socioeconómico?

Por otra parte hoy me entero de que todas las micros de Santiago van a tener que eliminar, además de los vendedores ambulantes, y mucho peor, los cantores populares, todos aquellos adornos, luces estrambóticas, frases y motivos kitsch de su decoración. Nunca más veremos "Dios es mi copiloto" o los espejos llenos de colgantes y stickers. Nooooo...ahora nos subiremos a la misma micro todo los días, blanca con verde (aunque como los raspe pases si les rayas la pintura puedes ver que muchas son originalmente amarillitas), no importa que el chofer y el destino sea distinto, siempre veremos las calles ordenadas y estas adquisiciones Transantiago estandarizadas. Fomes.

4 Comments:

Blogger Elias said...

Estética orweliana expresada en todas las formas de eliminar cualquier intento de discenso. La idea es instruir en la lógica de la anomia y la abulia.
Cada día más triste.

REsilencia jjajajajaj

7:21 p. m.  
Blogger Gonzaloieb said...

Recuerda que depende del sector es el color de micro que te toca... viéndolo así son bien coloridas. ¿o no?

5:37 p. m.  
Blogger no soy de las peores said...

Sí, tienes toda la razón. Lo que me hizo recordar que los carros de los metros también son bastante colorinches, impresos de publicidad por fuera y por dentro. Uno siempre se queja por todo. Saludos!

6:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No sé, los cantantes de micro por lo menos a mí me animaban un poco el día, lo siento por ellos.

7:53 p. m.  

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