Idea repetida, pero cierta. Borrar un día del calendario tiene que tomarse como un derecho fundamental. Aquel día en que te arrepentiste de todo. Aquel día en que el mundo está en guerra. Cuando cada paso es una súplica para terminar.

Cada mirada es una maldición.

Las palabras no expresan nada y se convive con el cinismo.

Todo se convierte en una afrenta y si no resistes las posibilidades se agotan.

Los minutos se desperdician. Las horas queman.

Borrar el tiempo.

Nada Personal

No es nada personal.

Va a ser circunstancial. Las cosas no se han dado y eso quiera o no, me ha provocado un cambio. Debo avanzar y no pegarme en lo que podría ser. Para eso hay que tener valentía. Y la he juntado.

Las etapas se pasan y se registran.

Vendrán otras distintas seguramente.

En estos momentos añoro a S.A., qué ganas de conversar con ella otra vez. También extraño mis vivencias y conocimientos de otra generación auspiciados por A.J. Sabía que mi fin no era estar ahí, a pesar de sentir que era algo que me acomodaba, pero fue una transición de gran valor. Etapa de búsqueda pura. Y siempre recordaré a quien empezó todo, F. Ella me mostró la gran cantidad de vidas que existían.

Y obvio. Lo obvio. The last experience. Nada que hacer. Empezar a procesar.

Todo ha sucedido en un lapso de tiempo que no ha sido corto. Pero ha sido justo.

¿Es tiempo de decidir otro rumbo?

¿O sólo continuar el camino?

Nuevas motivaciones.

Nuevas búsquedas.

No se por dónde empezar.